7 consejos para ser persuasivo

Hay momentos en la vida en los que hay que hacerse oír y conseguir nuestros objetivos, es decir, ser persuasivo. No solamente en temas de trabajo, sino en diversas situaciones. Porque cómo dice el dicho: << El que no llora, no mama.>> Y a veces si no pides lo que quieres, o no lo intentas conseguir, no te lo van a dar.

Lo que si es cierto es que no todo el mundo posee esta habilidad o la ha desarrollado lo suficiente.

Así que si te interesa potenciar tu poder de persuasión, lo que te recomiendo es que te rodees y aprendas de los niños, sin duda alguna, los reyes de la negociación.  Y además, echa un vistazo a estos consejos:

  1.  Sé decidido, resuelto. Ten bien claro tu objetivo y lo qué y para qué quieres conseguirlo. Muéstrate natural, y habla con seguridad. Eso sí, no estés ansioso, ni seas engreído, no des la imagen de que solamente tú tienes razón o de que gracias a ti se va a solucionar el mundo.
  2. Escucha, escucha, y vuelve a escuchar. Escucha, pero escucha a los demás. No sólo esperes a que se calle el que está hablando para poder hablar tú. Escuchar te aportará información sobre lo que realmente piensan los otros y cómo de receptivos y alineados están a tus ideas. Además, te dará más información de los pros y contras de tu meta final. De tal modo que puedas anticiparte o dar solución a las pegas o inconvenientes de lo que quieres conseguir.
  3. Crea una conexión. Intenta establecer una conexión emocional con quién estés hablando, tipo de aficiones en común, pertenecer a un mismo grupo, mismas gustos, haber ido a la misma universidad…. Estará más receptivo a escucharte si simpatiza contigo de alguna manera.
  4. Aporta credibilidad. Siempre que puedas aporta estudios, datos, opiniones de experto que respalden tu opinión y refuercen las ventajas de tu objetivo. Será más fácil que la gente te tome en serio y escuche, al no ser sólo algo que digas tú.
  5. Ofrece satisfacción. Deja “ganar” a veces a otros. Lo importante no son las pequeñas peleas sino la batalla final. Es decir, no te centres en tener que obtener todo lo que quieres, sino en tu objetivo final, que es lo más importante. En una negociación a veces hay que ceder en pequeñas cosas.
  6. Aprende a saber cuándo callarte. Tan importante es saber cuando hablar, como cuando callarse. Quizá sea la práctica la que nos dé tablas, pero fíjate un poco en la gente y no presiones en exceso, ni desgastes cuando hables, dando vueltas al mismo argumento.
  7. Detecta el momento oportuno de volver a hablar sobre tu objetivo. La urgencia y la inmediatez son enemigos de la persuasión. Los temas profundos o ideas novedosas a veces necesitan tiempo para germinar y cobrar sentido. Así que da espacio y tiempo para pensar y reflexionar, antes de volver a intentar tu objetivo.

Ya sé que todo parece más fácil cuando se lee que cuando ha de llevarse a la acción. Pero intenta tener todo esto en cuenta a la hora de desplegar tu poder de seducción, digo de persuasión. Y poco a poco, la práctica nos dará experiencia.

Y a tí, ¿Qué es lo que te funciona cuando has de conseguir algo?

 Fuente: www.inc.com

 

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