Eustrés, ¿Existe el estrés positivo?

Antes de hablarte sobre la existencia real del estrés positivo o  el eustrés,  piensa y dime:

¿Cuánto estrés has experimentado en el último año?

¿Crees que el estrés es perjudicial para tu salud?

Estas son las dos primeras preguntas que realizaron en un estudio llevado a cabo con 30.000 adultos en Estados Unidos a lo largo de 8 años.

Los resultados fueron que para quienes experimentaron mucho estrés en el año anterior, el riesgo de muerte se había incrementado en un 43 %. Aunque eso solo fue cierto para aquellos que tenían interiorizado que el estrés es perjudicial para la salud. En cambio, las personas que experimentaron mucho estrés pero no lo veían como algo tan malo y creían poder gestionarlo, no tuvieron más probabilidades de morir.

Parece que siempre nos han dicho que el estrés es malo, nos hace enfermar y hemos de evitarlo. Sin duda, es más fácil decirlo que hacerlo. Y no es extraño encontrarnos con circunstancias o momentos en nuestra vida en que tengamos que enfrentarnos al estrés o no lo podamos evitar.

Lo que no siempre nos han dicho, es que el estrés tiene dos lados, uno negativo y otro positivo.  Si es estrés negativo se llama distrés y si es positivo, eustrés. Y es éste último el que hemos de tratar de experimentar más a menudo.

¿Qué es el eustrés o estrés positivo?

Según Jim y Jonathan Quick (1984), el eustrés es el resultado constructivo y saludable a eventos estresantes y su respuesta. Si leemos una definición algo más actualizada por parte de  Brett Simmons y Debra Nelson (2011), entenderemos el eustrés como la respuesta psicológica positiva a un estresador reflejado en la presencia de estados psicológicos positivos. Es decir, toda la emoción, euforia que siente tu cuerpo cuando está preparándose ante una tarea o reto estimulante. Ya sea subirte a una atracción del parque de atracciones o terminar una serie de tareas en un tiempo récord.

eustres

En un artículo de Matthew Blake y Debra L. Nelson del año 2013, sobre cómo generar eustrés en el trabajo puede ayudarte a disfrutar el mismo, se abren dos líneas de investigación en el estrés positivo:

  • el sistema del reto del desafío, CHF, Challenge Hindrance Framework
  • y el modelo holístico del estrés, HSM, Holistic Stress Model.

En el Sistema del reto del desafío, CHF, se hablan sobre estresadores estímulo y estresadores obstáculo.

Los estresadores estímulo promueven actitudes positivas y ayudan a completar las tareas.

Mientras que los estresadores obstáculo son entendidas como barreras u obstáculos para completar el trabajo.

En el modelo holístico del estrés, HSM,  se proponen cinco indicadores del eustres:

  • esperanza: confianza en uno mismo para conseguir los objetivos.
  • afecto positivo
  • vigor entendido como fuerza física, energía emocional y vivacidad cognitiva.
  • relevancia como entendimiento y conexión con el trabajo que realizas.
  • gestionabilidad y control de las situaciones.

De estas dos líneas de investigación obtenemos que la carga y ritmo de trabajo junto a la complejidad y responsabilidad de la tarea influyen mucho en el estrés que podamos experimentar en el trabajo.

Y son esas dimensiones (carga, ritmo de trabajo, complejidad, responsabilidad de la tarea) sobre las que podemos tratar de manejar para alcanzar el deseado flow, ese estado de estrés positivo y productividad total en el que el tiempo se para, te encuentras inmerso en tu actividad y percibes sensación de control sobre tu trabajo.

Así que, ¿cambiar nuestra perspectiva sobre el estrés puede hacernos más saludable?

La ciencia dice que sí ya que al cambiar nuestro punto de vista sobre el estrés, podremos cambiar la respuesta del cuerpo ante el mismo.

En una situación de estrés puedes experimentar que el corazón  te late más rápido, respiras más rápido o incluso sudas.

¿Qué ocurriría si en lugar de interpretar esos cambios físicos como ansiedad lo ves como señal de que tu cuerpo se prepara para enfrentarse a un desafío?

Eso es lo que se les dijo a los participantes de un estudio realizado en la Universidad de Harvard. Antes de que tuvieran una prueba de estrés social, se les enseñó a repensar su respuesta al estrés como útil.

Cuando el corazón late rápido, se está preparando para la acción. Cuando se respira más rápido no es un problema, sino que está llegando más oxígeno al cerebro.  Es algo que se parece mucho a lo que sucede en momentos de alegría y coraje.

Nuestra manera de pensar y actuar puede transformar nuestra experiencia ante el estrés. Cuando se elige ver la respuesta al estrés como algo útil, se crea la biología del coraje. Y cuando decidimos relacionarnos con otras personas bajo estrés, podemos crear resiliencia.

Aunque todo esto lo explica mucho mejor la psicológa americana Kelly Mcgonigal, en una charla TED sobre cómo convertir al estrés en tu amigo.

Fuentes:

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